La antigua destiladora de licores Osses (en época de ley seca) dió paso a la clásica barbería, del mismo nombre y esta a su vez se transformó en peluquería para hombres, (lugar añeo y mal oliente frecuentado por individuos de poca monta y muy malas costumbres) a conservado durante décadas ese ambiente característico de cada de mujerzuelas y en el cual hoy damos la bienvenida a los cafiches y proxenetas de los nuevos tiempos
Inmersa en el ex barrio rojo de Ñuñoa se encuentra la Peluquería para hombres, rodeada de sitios ilustres y monumentos históricos